jueves, 20 de agosto de 2009

El Puntito

No sé porqué se nos ocurrió no decirle a nadie hasta tener la ecografía. Supongo que fue por esta cosa de ser "madre vieja" o no poder contener mi impulso de controlarlo todo (uff! lo que me espera!)
Fue la semana más larga de mi vida. Me moría por contarle a todo el mundo. Hasta confieso (y El Padre nunca lo sabrá) que se lo conté a un paciente cuyo nombre ni recuerdo, sólo porque hizo un comentario que me dió pie.
Hasta que llegó el martes.
No le había puesto ninguna carga sentimentaloide a la ecografía, así que iba solamente para que me dijeran si estaba ahí y nada más.
El ecografista era un gordito macanudo y marquetinero.

Ecografista: -Trajiste para grabar?
Waka embarazada: -eh? grabar qué cosa?
Ecografista: - Tu primera ecografía!
Waka Embarazada (Dios, qué mala madre voy a ser!): -No, no sabía. De casualidad que lo traje al padre...
El Padre: -Es cierto, me dijo que era un trámite.
Ecografista (que ya estaba haciendo lo suyo): - Ahí está, lo ves?
Waka Embarazada (achinando los ojos): - Ese puntito? (que suerte que reprimí la palabra "pedorro" después de "puntito")
Waka Embarazada: - Titila!!
Ecografista (cuánto hace que estudió obstetricia esta chica?): -Sí. Y late. Escuchá.
Y entonces puso el Doppler.
El puntito titilaba y el parlante hacía SHUP - SHUP - SHUP.
Lo miré a El Padre, que tenía la cara más desencajada que la mía. Y me morí de felicidad.
Supe que había dejado de ser yo, para pasar a ser una masa hormonal, blanda, pegajosa y sentimentaloide por los restantes 8 meses. O por el resto de mi vida.

1 comentario:

  1. Las primeras ecografías (ésta que te hiciste y la anterior si la hiciste en la que sólo se ve el saco embrionario) no son gran cosa. Las próximas tres o cuatro en cambio son increíbles. Si no me falla la memoria cuando mide 1.2 cm ya se ve la cabeza, la columna vertebral y hasta las manitos.

    Y decile al padre que no sea bobo, que si tiene algo grande ahí hay 50% de probabilidades de que sea el clítoris.

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